¿Por qué en invierno el coche se revoluciona solo?

Seguro que a ti también te ha pasado alguna vez que, al ir conduciendo en invierno el coche ha empezado a revolucionarse solo, ¿verdad? Se trata de un fenómeno que siempre nos sorprende de improviso, y que nos hace sentir como si alguien estuviera pisando el acelerador del coche y subiendo de vueltas del motor.

¿Qué raro, no? ¿A qué se debe esta circunstancia? En este artículo, trataremos de arrojar un poco de luz sobre este curioso fenómeno, investigando las causas por las que el coche de acelera solo en invierno y posibles soluciones para que no vuelva a suceder. ¿Te interesa?

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Motivos por los que el coche se acelera solo en invierno

Lo primero de todo será identificar en qué momento se produce esta extraña incidencia, cuándo se revoluciona solo el coche. Y la respuesta es que, en la mayoría de los casos, este percance se produce cuando tenemos el motor al ralentí.

El ralentí se refiere a las revoluciones por minuto mínimas a las que tiene que trabajar un motor para mantenerse en marcha y no calarse. Para que se entienda mejor, pondremos el ejemplo en el que nos detenemos en un semáforo que está en rojo, pero, a pesar de que el coche no se mueve, el motor sigue funcionando, sigue realizando el proceso de combustión, pero a un régimen muy bajo… Lo justo para no tener que pararse. Pues ese bajo régimen, o ese mínimo de revoluciones de motor, es lo que se conoce con el nombre de «ralentí».

Volviendo al tema que nos ocupa, hemos de decir que lo más probable es que el coche se revoluciona solo cuando está al ralentí por un mal control o un mal funcionamiento del ralentí por parte del propio automóvil.

Para salir de dudas, obviamente, tendremos que consultar a los expertos, así que tocará hacer una visita al taller. Allí, lo más seguro es que nos digan que el problema puede estar en el ralentí o en el sensor de la posición del acelerador:

  • Si es un problema del ralentí: en este caso, lo más seguro es que la incidencia se deba a un mal funcionamiento de la pieza que controla el paso del aire al interior del motor. Y es que esta pieza es una válvula que se encaga de controlar las revoluciones a las que trabaja el motor, por lo que, cuando no funciona al 100%, puede provocar ese aumento de las revoluciones tan misterioso.
    Para evitar que ello ocurra, lo más seguro es limpiar esta válvula con cierta frecuencia (algunos fabricantes recomiendan hacerlo casa 40.000 km), ya que, si se ensucia, podría acumular tanta suciedad como para ocasionar un fallo clave.
  • Si es un problema del sensor: aunque se trata de una posibilidad mucho más remota que la del fallo de la válvula del ralentí que acabamos de ver, lo cierto es que poder, puede pasar.
    Sí, puede tratarse de un fallo en el sensor que indica la posición en la que se encuentra el pedal del acelerador. Con este fallo, el sensor no logra identificar la posición correcta del acelerador, y hace que experimentemos esos acelerones y aumentos de revoluciones cuando el coche está frío.

¿Cómo arreglar un coche que se revoluciona solo en invierno?

El primer consejo que te daremos es también el más obvio: y es que, cuando comencemos a ver este tipo de problemas, lo que habrá que hacer será llevar nuestro coche al taller, para que el personal especializado en esta materia pueda darnos su veredicto.

Si el experto dice que se trata de un problema en la ya mencionada válvula que controla el paso del aire hacia el motor, bastará con limpiar dicha pieza. De esta forma, el coche debería volver a funcionar a la perfección, como antes. Si la válvula estuviese demasiado dañada, tocará pasar por caja, y adquirir una de estas piezas de repuesto, para sustituir la válvula deteriorada.

Ahora bien, si el problema reside en el sensor que mencionamos antes, y que puede identificar la posición exacta del pedal del acelerador, lo que tendremos que hacer será volver a calibrar el sensor para que vuelva a funcionar con normalidad.

Una vez más, y antes de dar por finalizado este artículo, queremos insistir en la importancia de llevar el coche al taller cuando detectamos una problema, sea del tipo que sea. De esta forma, nos aseguramos un veredicto correcto, y una reparación precisa y eficaz.

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