¿Qué dice el reglamento sobre los Sistemas de Retención Infantil?

Los SRI (Sistemas de Retención Infantil), lo que coloquialmente conocemos como «sillitas de niño para el coche», son importantísimos elementos de seguridad para que nuestros pequeños puedan viajar seguros cuando se desplazan en coche. Tal es su importancia que su uso está perfectamente regulado en el Reglamento General de Circulación. ¿Y qué dice el reglamento sobre las sillas de bebé para el coche?

En este artículo, trataremos de contarte, de una forma resumida y clara, todo lo que dice la ley sobre los sistemas de retención infantil. De esta manera, cuando tengas que comprar, instalar o utilizar una silla de coche para tu hijo, podrás hacerlo de la forma correcta y más segura para el pequeño.

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¿Cuáles son los sistemas de retención infantil que admite el reglamento?

Se trata de dispositivos que se colocan en los vehículos, para que los menores que viajan en ellos vayan sujetos y seguros en caso de sufrir un accidente. Los hay de varios tipos, en función de las características de edad, estatura y peso de los niños. A continuación, veremos cuáles son los más utilizados:

  • Sillas nido: este sistema está indicado para los recién nacidos y se usa hasta que los niños alcanzan los 13 kg de peso. Ha de instalarse en sentido contrario a la marcha (es decir, el niño va mirando hacia la parte trasera del coche), para que su columna, musculatura cervical y vértebras, que aún están sin desarrollar, no tengan que sufrir ningún latigazo motivado por un frenazo brusco o un impacto.
  • Sillas convertibles: este sistema se utiliza para niños cuyo peso oscila entre los 9 y los 18 kg, o que tienen entre 1 y 3 años de edad. Aunque es posible instalarlos en el mismo sentido de la marcha (es decir, mirando hacia delante) utilizando un sistema de retención del Grupo 1, se recomienda que los niños permanezcan sentados a contramarcha todo el tiempo posible. Estas sillas se caracterizan por incluir una serie de arneses que impiden que el niño se desplace en caso de impacto.
  • Sillas combinadas: este sistema lo utilizan niños con edades comprendidas entre los 3 y los 8 años, o cuyo peso está en el rango de los 15 ~ 25 kg. PAra us uso, se recomienda utilizar un sistema de retención infantil del Grupo 2 ó 3. Esta silla utiliza el cinturón de seguridad del coche para la sujeción del menor.
  • Alzadores: se utilizan en la última fase en la que, por ley, los menores deben hacer uso de un sistema de retención de manera obligatoria (hasta que el niño alcance una estatura de 135 cm, aunque se recomienda continuar con su uso hasta los 150 cm). Este sistema, como su propio nombre indica, consiste en un sencillo alzador (sin respaldo) con el que se consigue que la altura de los hombros y el cuello del niño sea la adecuada para utilizar el cinturón de seguridad del coche de manera efectiva.
  • Butacas: se podría decir que es una variante del alzador, pues la única diferencia es que la butaca cuenta con respaldo. Pero su función es exactamente la misma. Este sistema está pensado para niños cuyo peso ronda los 22 ~ 36 kg, y tienen entre 8 y 12 años.

¿Cómo hay que usar los sistemas de retención infantil en España, según la ley?

Como sabemos, el uso de los SRI, Sistemas de Retención Infantil, o sillitas para el coche, está regulado por la ley. Pero ¿sabemos qué es lo que dice la ley exactamente? No se trata de la obligatoridad de llevar al niño en una sillita de estas hasta que alcance una determinada edad… Son varios los aspectos que se contemplan en la ley, por lo que, a continuación, los repasaremos para tenerlos siempre presentes:

Homologación

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de comprar una silla infantil para el coche es su homologación. A día de hoy, en nuestro país tenemos 2 normativas en vigor, la ECE R44/04 y la R-129, a la que también se conoce como «i-Size». En todas las sillas del mercado, encontramos una etiqueta de color naranja en la que debe aparecer el sello de homologación bajo alguna de estas dos normativas. Si no lo tuviera, la silla en cuestión es ilegal y no puede ser considerada segura para su uso.

Grupos de peso

Los fabricantes del sector clasifican las sillas de niño para el coche en los llamados «grupos». Tenemos el Grupo 0 (que se colocan siempre a contramarcha para una mayor protección de la cabeza, el cuello y la columna del bebé); el Grupo 1 (que se instalan en el vehículo por medio del sistema ISOFIX o mediante el propio cinturón de seguridad del coche); y el Grupo 2 y el Grupo 3 (que cuentan con cojines y asientos elevadores para que el niño, ya demasiado grande para una silla, puedan utilizar el cinturón de seguridad a la altura adecuada).

Edad, estatura y peso

La ley contempla la clasificación de los niños en cuatro grupos, en función de parámetros como su edad, su estatura y su peso. Gracias a la distinción de esos grupos, es más fácil asignar el tipo de silla adecuado para cada niño. Son los siguientes:

  • De 0 a 13 kg (que equivaldría hasta los 18 meses del pequeño).
  • De 9 a 18 kg (de 1 a 4 años de edad).
  • De 15 a 36 kg (comprende desde los 4 hasta los 12 años).
  • De 135 cm en adelante (para niños de 12 o más años).

Anclajes

La ley admite dos tipos diferentes de anclajes a la hora de sujetar los sistemas de retención infantil al vehículo. Estos son el propio cinturón de seguridad del coche y el conocido como «sistema ISOFIX«.

El ISOFIX es el sistema más moderno, y con el que ya cuentan todos los coches actuales. Se trata de un sistema de tres puntos de anclaje. Dos de ellos se encuentran entre el asiento y el respaldo del vehículo, y la silla se conecta a ellos por medio de la parte trasera de su base. La función del tercer punto es la de evitar que la silla rote en caso de accidente o impacto.

Instalación

La normativa dice que los sistemas de retención infantil deben ir siempre instalados en los asientos traseros del vehículo de forma obligatoria.

Existen algunas excepciones que permitirían su instalación en el asiento delantero del acompañante: que se trate de un coche biplaza, que los asientos traseros ya estén ocupados por otros menores con sus respectivas sillas de coche, o que sea mecánicamente imposible instalar la silla en los asientos traseros. En cualquiera de estos supuestos se debe desactivar el airbag del acompañante, pues podría resultar muy peligroso para el menor.

De llevar el sistema de retención infantil instalado en el asiento delantero del copiloto sin cumplir alguna de las excepciones descritas, se incurriría en una falta muy grave, que podría conllevar una sanción económica de 200 euros al conductor, y la retirada de 3 puntos de su carné de conducir.

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