Sabes que debes llevar a los niños sentados mirando la parte trasera del coche y no la delantera. Saber por qué los niños deben ir a contramarcha en el coche.
Esta pregunta resuena en la cabeza de muchos padres al tener que colocar a sus hijos pequeños sentados mirando hacia la parte de atrás del vehículo. Una posición que seguro que a muchos adultos les marearía y que seguimos sin tener muy clara.
Sin embargo, es obligatorio hacerlo así, por lo que debe haber ciertas razones para llevar a los niños a contramarcha, ¿no te parece? ¡Vamos a ver cuáles son!
Si echamos la vista atrás, y preguntamos a nuestros padres cómo nos llevaban en el coche cuando nosotros éramos bebés, seguro que nos escandalizamos al descubrir que nos llevaban en el capazo colocado sobre alguno de los asientos y/o incluso en los brazos!
La cosa no mejoró al tener unos añitos, pues nos llevaban sentados en el coche, como los adultos, sin ningún tipo de sujeción. ¡Ni siquiera los cinturones de seguridad eran obligatorios!
Afortunadamente, las cosas han cambiado mucho en materia de seguridad, y ahora esas situaciones tan potencialmente peligrosas ya no están permitidas. En la actualidad, los niños viajan en sofisticados sistemas de retención infantil y, hasta una determinada edad, sentados a contramarcha.
¿Por qué es obligatorio que los niños viajen a contramarcha en el coche?
El Reglamento General de Circulación, desde su modificación del año 2015, establece que los bebés deben viajar en sistemas de retención infantil en sentido contrario a la marcha, hasta que alcancen los 9 kg de peso (lo que vendría a ser los 10 meses de vida). A partir de entonces, y hasta los 135 cm de estatura, los niños deben seguir utilizando los sistemas de retención infantil en el coche, pero ya se da libertad a los padres para poder orientarlos tanto a contramarcha como en sentido de la marcha. La pregunta es por qué, ¿por qué es tan importante sentar a los niños a contramarcha?
Lo cierto es que los motivos para llevar a los niños a contramarcha en el coche son muy simples: para aumentar su seguridad en caso de accidente. Y es que está comprobado que, sentados a contramarcha, los niños (incluso los adultos, si nos sentásemos igual) están mucho menos expuestos a sufrir lesiones graves o a perder la vida en un accidente frontal, que es el más común, según las estadísticas.
La clave está en las fuertes inercias que se sufren en un accidente con impacto frontal o en una deceleración brusca del vehículo. Esas inercias empujan todos los objetos del vehículo hacia adelante, multiplicando su peso original.
Si el niño está sentado a favor de la marcha, tendría que soportar una sacudida terrible en su cuello, ya que el peso de su cabeza, con la inercia, se vería multiplicado, y ten en cuenta que el tamaño de la cabeza de un bebé es mucho más grande en proporción a su cuerpo que la cabeza de un adulto.
Además, la musculatura del cuello no está suficientemente desarrollada, sobre todo en los primeros meses de vida, donde ni siquiera pueden sujetarla, por lo que un impacto que para un adulto puede ser leve, para un niño pequeño puede ser grave, muy grave, irreversible e incluso mortal.
En cambio, sentado a contramarcha, la cabeza del niño quedaría sujeta en el respaldo de la sillita, y no sufriría ningún tipo de latigazo cervical.
Está comprobado que, en los países en los que la ley obliga a llevar a los niños a contramarcha en el coche durante más tiempo, los casos de lesiones graves o de mortalidad infantil en caso de accidente están muy por debajo en comparación con los casos que se dan en otros países más flexibles en medidas de seguridad.
De ahí la importancia de llevar a los niños sentados a contramarcha en el coche. Es una cuestión de seguridad, que ha demostrado que salva vidas.
